Wednesday, July 18, 2007

taxi!


Me llamas amor y yo pido un taxi. Algo así escribía el poeta, no sé si lo sentiría, lo cierto es que en estos tiempos que corren el verso se cumple como un endecasílabo perfecto garcilasiano. El trabajo más que nunca se alza como primer problema a los asuntos de cupido. Resulta muy injusto que en esta Europa tan “perfecta” encontrar un trabajo sea un asunto casi de cruzada medieval.
Hay que matizar, como en todo existen ciertos privilegiados, la gente de ciencias, los de siempre, esos cerebritos de calculadora en bolsillo y media docena de “bolis” almacenados entre sus enseres. Esos son esos quienes ganan la partida en el parchís laboral. Nosotros la gente de letras, mucho más flotantes y desinhibidos decidimos optar por la licenciatura del amor, la famosa vocación se alzó como primer valor y decidimos apostar por las lenguas muertas, la comunicación, la literatura y el arte. Ahora, el arte una vez más no sirve de alimento y como supuestos artistas en potencia o amantes de lo artístico sobrevivimos del incienso del sueño de poder llegar a vivirlo.
Una de las opciones más fantásticas para acceder al fabuloso puesto de profesor, única salida real para nosotros l@s filósof@s y filólog@s son las oposiciones y se han convertido en la lotería más desquiciante de este tiempo.
Andalucía es el paraíso de cualquier viandante y hasta los indecisos gallegos se presentan en nuestra tierra a probar suerte, y la prueban y se quedan. Todo el mundo quiere disfrutar de los cuarenta grados en el asfalto, de nuestras playas del Malaya y del polvo dorado de la maravillosa Cádiz, hasta nuestro pequeño desierto está despertando a la pubertad y los pretendientes le acechan en cada esquina. A la gente le gusta Andalucía para siempre y los andaluces y andaluzas empezamos a pensar que quizá seria más lógico que fuésemos nosotr@s quienes una vez más crucemos Sierra Morena para probar mejor suerte en comunidades menos pintorescas, tales como la aburrida Mancha, probar el estrés blanco de Madrid….
Parece que todo se presenta más fácil fuera de aquí, pero el término fácil nunca se correspondió precisamente con su significante. Todo resulta mucho más difícil. Tras decidir un destino lejos de casa, queda una vida a expensas de la vuelta y otra inminente mucho más lejos y vibrante de novedad…
Y ese es el dilema, vuelve la razón y el corazón. Creo que habrá much@s que me lean y entiendan cuál es el sentido de mis palabras. Coger el taxi o no es una decisión, como siempre, extremadamente difícil, porque qué eliges, ¿un posible flamante trabajo pero con una separación de unos posibles cinco años o un amor a quien besar apasionadamente cada segundo de tu existencia mientras recuentas los miles que forman como tú la lista de espera?… quizá no sea tan descabellado, una apuesta por nosotr@s, examinarse en Andalucía y arriesgar un par de años más a un posible parón en tu vida, aunque, cada día me pregunto si realmente debería considerar esa realidad como un parón o como una oportunidad. ¿Con qué nos quedamos? Es difícil si posees el referente del loco término del amor.
¿Cogemos el taxi?

6 comments:

Anonymous said...

NO. Esa es mi humilde aunque rotunda respuesta a tu pregunta.
Sin ánimo de ofender, todo lo contrario que Pérez Reverte, es el "peor" artículo de todo tu blog. No en cuanto a calidad literaria que, como demuestras una y otra vez, es magnífica, sino en cuanto a algunas ideas que lanzas con “ligereza” y, sobre todo, "topicazos": "cerebritos con calculadora en mano", "media docena de bolis" (entiendo que estas dos primeras contienen recreación literaria), "existen ciertos privilegiados, la gente de ciencias", "Nosotros la gente de letras... decidimos optar por la licenciatura del amor, la famosa vocación...", "única salida real...las oposiciones"... ¿Todo el mundo quiere disfrutar de los cuarenta grados en el asfalto? Dudo mucho de esa afirmación, como de todas las anteriores. ¿Por qué nos engañamos? ¿Acaso los médicos, matemáticos, biólogos, informáticos…no son vocacionales? ¿Acaso éstos tienen vocación de letras pero deciden con 18 años, como todos hemos tenido, por su futuro laboral en lugar de un futuro de “amor vocacional”? No. Eligen sus carreras por vocación igual que todos lo hacemos. Yo (hablaré por mí) todavía no he conocido a nadie que haya elegido una carrera con miras a una salida profesional siempre y cuando ésta no sea totalmente contradictoria a su vocación. Y, por supuesto, siempre y cuando no medie presión familiar ni de ningún tipo. Me explico, conozco a gente que en lugar de hacer la licenciatura de lo que le gustaba ha realizado magisterio, ha sacado su plaza y ahora estudia lo que realmente quería. ¡Pero no ha estudiado informática o empresariales!
Sí es cierto que he conocido a mucha gente que una vez dentro de su carrera se ha dado cuenta de que si pudiese volver atrás haría otro camino ¡pero nunca se metería en una carrera de ciencias puras! (si fuese el caso de alguien de letras. Pero igual ocurriría en caso contrario, no creo que alguien de una carrera de ciencias con pocas salidas, si pudiese dar marcha atrás, se metiera en una de letras puras). Y no es que conozca a mucha gente, empezaré por mí mismo. Si pudiera volver atrás haría Magisterio, me sacaría una plaza y después estudiaría Historia. Y conste que yo no me quejo, y aunque lo pienso, no sé si verdaderamente lo haría ya que mi vida es la Historia.
¿Única salida real las oposiciones? Totalmente erróneo. ¿Casi única salida para poder ejercer tu opción de Filología, Historia, Arte…? A lo mejor sí, pero creo que el planteamiento es equivocado. Hay muchos caminos y como diría un buen cura (no sé si pederasta o no) “los caminos del señor son inescrutables”.
También tengo una cosa clara Mª José: los mejores siempre tendrán su sitio. Pongamos un número de ejemplo. Digamos, por ejemplo, que los treinta mejores de cada licenciatura no tienen problemas para encontrar trabajo o para aprobar una oposición (cierto que esta afirmación tiene muchos matices y lo entiendo). Comprendo que la empresa privada está reservada para la gente de ciencias pero te puedo asegurar, y te lo aseguro, que eso es un mito, ya que la formación de una persona de letras le abriría muchas puertas en la empresa privada ¿Pero probamos suerte? ¿O acaso no es menos cierto que la gente de letras solemos huir de la empresa privada ya que se aleja de nuestro soñado paraíso de funcionario? Que es lo que pasa, que si en Informática se meten sólo 50 y se licencian 30, tenemos casi un pleno. Entre otras cuestiones porque es una profesión demandada por el mundo globalizado donde vivimos y la necesidad de la informática en nuestras vidas. ¡Qué haríamos sin ella dios mío! Si en Historia entramos (por ejemplo, mi promoción) 124 (cinco arriba o abajo) y sólo 1 tiene plaza definitiva de profesor, ninguno de interino y ninguno trabajando en lo relacionado con la carrera…¿Es demoledor el dato, no? La cuestión sería, de los ciento veinticuatro, si pudieran volver atrás, ¿Alguien haría informática? Yo me jugaré un café, sólo un café, que no puedo pagar más, a que no. Porque los informáticos eligen su carrera por vocación, al igual que los historiadores, los filólogos…lo que pasa es que en el siglo XX es más importante un informático que un filólogo. O a lo mejor en España tendría que cambiar muchas cosas para que un filólogo tuviese más salidas. Habría que ver otros países. Te puedo asegurar que en la República Checa estos problemas no lo tienen. Pero claro, teniendo en cuenta, como todos bien sabemos, que en Filosofía y Letras medio regalan la carrera, cosa que no suele ocurrir en ciencias, ¿cómo podemos compararnos con los “científicos”? ¿y con otros países? En el caso checo, la formación en letras es, por lo menos, igual de dura que en ciencias ¡Es algo impresionante!
Creo que el artículo de hoy tiene un tono catastrofista, derrotista…creo que responde más bien a una situación personal, a un sentir que todavía deja ver los últimos coletazos de tu terrible 2006. No creo que haya que coger ningún taxi, si no es voluntario, claro está, creo que 2008 dará otra oportunidad, con más dificultades incluso que 2006, con más “trampas” administrativas de la Junta a favor de los interinos que en 2006, pero siempre será una oportunidad. Son años difíciles, son años de dudas, de disilusiones, de angustia, de frustración, de romper expectativas familiares…pero hay que seguir vagando por el desierto. El oasis está, y sólo es cuestión de luchar por encontrarlo. Sólo los luchadores incansables ganan. Sólo ganas en una partida si juegas y sólo ganarás en tu vida si sigues luchando. Si te retiras, el resultado es claro…
Mucho ánimo y mis mejores deseos para 2008. ¡No tengas dudas, no dudes de ti! Hace mucho tiempo que no te veo pero intuyo a una Mª José desconocida ¿Por qué se tuvo que morir tu idea de catedrática? ¡Los sueños nunca deberían de morirse, vivimos de ellos! ¿No solicitaste beca FPU? ¿No estabas con tu tío o colaborando en un departamento?...En fin, no sé, un talento como el tuyo preparando oposiciones…¡todos pensábamos que serías la catedrática de los hijos de la promoción 99/04!
Un abrazo.

Majo Caracuel said...

Creo que no has entendido bien mis palabras a pesar de que observo que me lees con lupa, lo cual me encanta. Si hay algo que no estoy precisamente ahora es decepcionada, la opcion de las oposiciones es firme como siempre pero mi felicidad actual me abre mas puertas que la única que hasta ahora entendia como solucion: las oposiciones.
Me apuesto un café contigo a que seré la catedrática de tus hijos. No me intuyas distinta, sigo siendo la misma.

Anonymous said...

Pues no más, sólo presentar mis disculpas a la dama que inspira este blog.
Si tú dices que serás catedrática no seré yo quién lo dude...en cuanto a que los seas de mis hijos...¡uf, espera que empiece a hacer algo en mi vida como trabajar y demás! jejeje
De nuevo, mis disculpas.
P.D. No me gusta el café pero no pasa nada si es un aquarius de naranja o un zumo ¿no?. Venga, lo dicho, mucho ánimo y ahora sí vuelvo a ver a la mujer que conocí...

Anonymous said...

Gracias, Majo! Yo cada día me levanto pensando una nueva opción. No se pueden coger todos los taxis, eso está claro, pero yo siempre he sido muy de cuestionarme todo. Veo otras salidas, pero ninguna se adapta al tráfico: el taxi del amor ha de ser compatible con el taxi del trabajo, el de la familia... Yo qué sé, si miro a Carrie me voy a París, que siempre está la opción de volver aún dejando todos los Chaneles..., pero Madrid no es París, ni Montilla Nueva York, por más que le echemos imaginación. De todas formas, estoy felicísima y entusiasmada y si tengo que arrepentirme prefiero que sea de las cosas que hago, lo del "debería haber hecho" me molesta demasiado. Muchos besitos, majo, te mantendré informada de las posibles evoluciones!

Anonymous said...

Como es comprensible (teniendo en cuenta mi profesión), también hay gente de ciencias (aunque la arquitectura tiene más bien poco de ciencias y mucho de realidad y sentido común) que hemos empezado a trabajar en lo que nos gusta inmediatamente después de acabar la carrera, pero también hemos tenido que emigrar, dejando atrás ciudades conocidas, amig@s cotidianos y familias añoradas...
Es difícil tomar esa decisión pero hay que arriesgar. Yo aún no se si ha merecido la pena al 100% pero me siento satisfecha por haber tenido la voluntad de intentarlo.
Tú lo has intentado una vez y no has obtenido un buen resultado pero verás que a la segunda va la vencida ¡SEGURO!
Ánimo y no pierdas la ilusión ni la esperanza porque cualquier cosa en la vida hay que hacerlo con vocación (aunque no tenga una aplicación práctica inmediata), si no estaríamos perdidos...

Anonymous said...

Como diría un dermatólogo; vayamos al grano. Aqui hay mucha retórica pero la esencia de este artículo, al menos para mi, es cristalina.
Majo bebe de las mieles del amor. Pero del verdadero. De ese que es pasional y que te hace saber que ahora sí, que esto sí es por lo que su corazón dormitaba.Cuando te llega, te llega y se sabe. Pensar en que va a aparececer por esa puerta, correr hacia el móvil apenas suena el primer tono, la simpleza de un beso en la mejilla, estar sentados cerca...Majo, enhorabuena por todo lo que palpita dentro de ti. Quizás ahora entiendas por qué Córdoba para mi nunca fue un suicidio sino la más dulce de las muertes. Ese día fatídico me hicieron un vestido de besos y tuve tanta energía que construí alas para todo el que las necesitaba. No quiero taxi, no quiero Jet privado. Sólo quiero que Madu me abrace cada día al llegar las 3.30.