Saturday, September 23, 2006

entre las piedras



Parece que hay veces que hasta las piedras tropiezan con ellas mismas. Sin saber como, en ocasiones ni el tic tac del reloj se pone de acuerdo consigo mismo, y los toques se atropellan entre ellos provocando un malestar inteligible.
Los días pasan inapreciables, sublimes a veces, y de repente, el caos, como un hada maligna se muda a nuestro espacio, y hasta un "hola" resulta desagradable y un botón desabrochado puede ser desencadenante de una cascada de ojos en blanco.
Y sin saber muy bien como, te encuentras con un nudo en el estómago, y el amarillo reaparece pleno de protagonismo, y las tardes cortas o largas, con o sin lluvia se vuelven inaguantables.
La ilusión que encarecidamente buscas cada mañana, ese tesoro de risas que guardas en el cajón como una joya de la infancia, se desvanece, y pasan siglos de segundos eternos hasta que el alma vuelve a reencontrarla. Y siempre, y vuelve, el tintineo del reloj, incansable a los colores y humores de las tardes de invierno olvidado y de verano, verano olvidado por no querer pasar de una vez aquella página en bleanco. Tiempos felices para algunos. Pasos de bailarina para otros.

9 comments:

Anonymous said...

La princesa está triste, qué tendrá la princesa...
Tus suspiros se escapan entre lineas de prosa. Que no te abrume la insistencia de un verano azul ni te apriete el pecho la languidez de un otoño más que cercano. Cada día que estás aqui es un regalo. Obligate a abrir los ojos cada mañana y, en vez de preocuparte por poner primero el pie derecho, ofrecete a ti misma una sonrisa.
SEr feliz sólo tiene una terapia: SERLO

Anonymous said...

La vida, Majo, se columpia al ritmo de las estaciones: ríe, llora, languidece, meditabundea; pero no pasa inapreciable si el paso leve de una bailarina roza la piel de las palabras, de los minutos, de la melancolía, del horizonte, allí donde el silencio nos convoca; si salta del tic al tac de los relojes, incluso de la monotonía de las tardes que eternizan los relojes; si la bailarina, tan sola en el silencio, modela un rostro y un instante en el espejo del recuerdo y reinventa una cita imposible entre los colores de las telas, como la ausencia, verdes; rojas, como las fresas; vaporosas como las alas de un ángel para una exposición de pensamientos. Como la caída lenta de una hoja sobre la almohada de la hierba, el otoño viaja entre caricias que se aduermen con el sueño por la noche y reaniman, por la mañana, la tristura del aire. Estábamos ahí, otoñando los recuerdos y el perfil atónito de la melancolía, pero alentando vísperas sobre el cauce de un verso que, con la monotonía de los relojes, va para poema.

Anonymous said...

Respira el aire que alborota tu pelo y te envuelve con las hojas de este otroño que ya huele a tierra mojada, sonríe sabiendo que te necesitamos, y sigue haciéndonos soñar con tus palabras... Mañana... que vuelvan a ser verde primavera.
Un besito muy fuerte, mi niña.
Fokitas, besitos también para vosotras.
M.d.sena..., ya era hora no?? Me debes una...

Anonymous said...

Esto me pasa por dejarte comentarios anónimos en un post inaugural de una lejana noche de abril. Supongo que lo escribiste de noche, que es la hora en que la alevosía se agrava con la oscuridad y las almas y las pasiones se liberan al abrigo de una cama o de una pantalla de ordenador. Como canta Antonio Vega: "El mismo sueño nos llevo a los dos /
En esa hora en que las noches y los dias /
Se prestan uno a otro oscuridad, /
Y luz verdad y mentira". En esa hora que podríamos cometer las más insensatas acciones, las más inimaginables locuras, en esa hora en que tu dedo se posa varias veces sobre la tecla de llamada del teléfono móvil, que luce indolente el nombre de la persona que no lo merece. En esa hora en que has volcado tu alma en una página web y la lanzas orgullosa y digna, en su tristeza o en su alegría, a la mirada de gente que nunca conocerás y que nunca podrán conocerte. Aunque te sueñen, en esa hora. Siempre esa hora, en que el tiempo no corre si no es entre los labios de la persona que amas y que volverá a marcharse al día siguiente.

Esto me ocurre, que te saludo, conociendo poco o nada de ti, pero sabiendo quien eres. Y no sé si leíste mis palabras anónimas, desiertas, como quien programa una sesión de cine, a las 4 de la mañana.

Aquí otra vez, presentándote mis respetos filológicos y la compañía de otro que como tú, vive siendo un poquito más escribiéndose en estas líneas que nunca sabremos quien leerá.

"Si el hombre pudiera decir...
Y los manuales de Emilio Alarcos. Y esa antología de literatura hispanoamericana. La Historia de la Lengua, la Fonética y Fonología... siempre nos quedarán las clases de literatura.
Una clase de Literatura del Siglo de Oro. Nada se parece a cuando aún queríamos ser escritores. José Agustín Goytisolo da un recital en una clase cercana. ¿Por qué estudiar la literatura diseccionada en fríos análisis cuando los ecos de las palabras para Julia resuenan tan cerca? Casi como sonaban en la Plaza de Mayo de Buenos Aires en la música de Paco Ibáñez, en la voz de las madres de la memoria. Tan sólo dos semanas después saltaba por la ventana.
Examen de lingüistica. Un libro de García Montero al lado. Unos versos que nos salven, que nos hagan recordar que estamos aquí porque soñábamos. Quizá porque aún soñamos. Y el tiempo cambió los versos por el plan de cuentas. Y las palabras de Javier Egea nos hacen recordar que antes de Luis aún había poetas que no se traicionaron.
Y las bibliotecas siempre abiertas en los corazones, como aquella de Babel, siempre Borges, sumidos en el vértigo infinito de nuestra sinrazón.
Un buen post para empezar. Sólo queda saber si Miguel de Unamuno te ha pedido derechos de autor por emplear su título. O quizá tú también estás convencida de que la unica pedagodía verdadera es la del amor."

Anonymous said...

¡Qué diferentes son vuestro mundo y el mío, pero, con qué precisión reflejan vuestras palabras y pensamientos mis anhelos y emociones! Puede que nunca llegue a expresar con palabras lo que pienso o siento pero sé que encontraré en las vuestras un reflejo; sin duda, un consuelo.

Anonymous said...

qué ambientazo, majo! ya no conozco a la mitad de tus comentaristas..., volveré pronto para no despistarme demasiado, besitos!

Anonymous said...

que no soy anónimo, soy libertanguera, hombre ya!

Anonymous said...

Este Blog nos atrapa... Es nuestra droga de diseño.
Y para el que nunca llegue a conocer físicamente a Majo, que se entere:
Tiene los ojos verdes más intensos del mundo pues, ya sea por la desinfección que provocan sus puntuales llantinas o por el brillo que le ocasiona el reflejo de sus ilusiones en la pupila, la niña tiene una faz que muchas Model Elite Look ya quisieran.

Ya sabes, Majo, comisiones aparte: Carpe Diem

Anonymous said...

Excelente Blog Majo , tus articulos y letras me parecen de buen nivel filológico, se nota que Pedro Ruiz y Emilio Alarcos, que no se porque los relaciono, te han influido, un besazo fuerte de otro anónimo sin rastro pero con nombre que hace sombra. Tu compañero Andrés , besos a Cristina ( Deke y demás filológicos, que generación la del 99-04 ) besos a todos.