Sunday, October 22, 2006

estereotipos

Cada partícula del universo es relevante, pero... ¿todas o sólo pura controversia? ¿Nos importa el tipo de partícula o el desconocido interior que la sustenta?¿Qué nos gusta de Otelo?¿las letras o su autor?
"¿A quién le impora el cutis que tuvo Shakespeare?"Así habla Benjamín Prado en el Semanal de El País de este fin de semana. El madrileño aboga por derruir de una vez y para siempre los estereotipos. Prado se aleja por instantes de su particular estereotipo de escritor desinhibido y liberal para recordarnos que la belleza sigue estando en el interior. Aunque no exactamente, y estoy de acuerdo, no es el interior donde vive, vive en ese aspecto mas auténticamente humano, singular y particular del individuo, eso que nos asemeja a los perfumes, ese algo que nos hace adorables o abominables.
"La imagen no tiene por qué ser un inconveniente para triunfar, ni si quiera un condicionante. Hitchcock hacía sus películas a base de bellas rubias, y Buñuel, con personajes grotescos. Es estúpido asociar la belleza al éxito"
Razonable, pero...¿por qué entonces pensar en éxito generalmente es pensar en algo bello? Quizá es porque todos estamos y vivimos en un mundo colmado de estereotipos. El mayor de ellos radica en nuestro propio entendimiento, en cualquier significado y significante, en la idea que tenemos de las palabras, porque el éxito, aunque queramos disfrazarlo de cruel, egoista y despiadado, es bello, sigue siendo bello, se enferma, se degrada quizá, por otros aspectos, pero la esencia sigue siendo interesante y apetecible para cualquier perfil humano, ya sea griego o un tanto menos perfecto.
Cuando Benjamín Prado se pone de perfil sonríe, porque conoce la pregunta de rigor. "La respuesta: no cambiaría un ápice de su imagen, pero si en algún momento le dejase de agradar, desfilaría por un quirófano sin dudarlo. No entiendo por qué es malo cambiar algo que desagrada. La libertad mayor es conseguir estar cómodo consigo mismo. Si la felicidad se basa en estar a gusto, no puede ser malo operarse... siempre que se trate de mejorar la autoestima".
Como a todos le gustaría salir inteligente en las fotos y guapo en las respuestas.
Nada mejor que la belleza, la belleza es bella y por eso se ha adorado durante siglos, desde los orígenes, el hombre intentaba fijar lo bello, lo atractivo con rudimentarios medios. ¿Por qué tras siglos de prácticas evidentes queremos cerrar los ojos a lo evidente?
No hablo de un canon, hablo de una belleza eterna pero diversa, la belleza no está en una nariz perfecta, sino en adivinar por qué esa o cualquier otra consigue modificar la percepción que alguien tiene de las cosas. Esa es la belleza que me gusta y me enamora.
Benjamín Prado saltó al ruedo literario con Raro, una novela que conoció un gran éxito en España e Iberoamérica. Cuatro años más tarde, en 1999, obtuvo el XIV Premio Andalucía de Novela por No sólo el fuego. Autor de varios libros de poesía, acaba de relatar su amistad con Rafael Alberti en A la sombra del ángel.
Esperamos que su obra mejore su perfil, y que su talento siga eternamente bello.

2 comments:

Anonymous said...

la belleza es el mejor estereotipo

Anonymous said...

Cito a mi antropóloga más admirada, Helen Fisher: Buscamos belleza en las personas porque la asociamos con individuos con buena salud, y, por tanto, con capacidad para adaptarse al medio y sobrevivir.

"Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas..."