Saturday, May 06, 2006

Ficciones



Hoy me pregunto una vez más algo que desde el principio de la humanidad ha rondado el pensamiento del hombre: ¿cuál es el sentido de estar aquí y ahora? ¿Qué se supone que hay que hacer?y, lo más importante, ¿qué entendemos nosotros mismos sobre acerca de cuál es nuestra misión aquí, como indivudios particulares, sin metafísica universal? Cuestiones muy flotantes para un sábado por la mañana después de días incansables, de horas y horas sentadas frente a páginas llenas de letras, donde la mente pasea una y otra vez por los senderos de significantes obligados. Será que ultimamente pienso demasiado. ¿Tendrán razón los antiguos y será verdad que no es bueno que las mujeres lean tanto?
A menudo llego a una conclusión rápida y simple, y es que normalmente cuando la gente es feliz, es capaz de encontrar más fácilmente una respuesta a esta cuestión. Una buena respuesta que yo daría sería, el amor, sonreir, no voy más lejos, no busco dejar una trascendencia genética que hable de mí dentro de cien años, o una obra grande que hable de mí en libros, de verdad, me quedo en algo más sencillo. No me importa nada lo que ocurra dentro de unos años, si alguien se acordará de mí, ni si quiera me importa el fin humano por excelencia y que nos mantiene vivos, perpetuar la especie. No he nacido para eso.
No sé que pasará con mi persona mañana, si estaré aquí o no, pero lo único que tiene sentido para mí, es ser feliz, eso es lo que pido en cada deseo cuando tiro una moneda a una fuente. Pero lo que no entiendo es si por suerte, se tienen motivos palpables para sonreir, para estar contento con lo que te ha tocado vivir, si efectivamente, tienes una vida que podríamos calificar de éxito, si tienes salud y amor y estás satisfecho con lo que tienes, cuando hay gente que tiene tan poco, ¿por qué no le encuentras sentido a la vida? Esa sensación se filtra en el ambiente, entre los labios, y quema la armonía del cuerpo y de tu mente, y de mi mente, porque nunca es suficiente, porque aún hoy no estás satisfecho, aún hoy no estás contento.
¿El hombre es dichoso por naturaleza? o ¿somos entes agónicos por naturaleza? Pregunta retórica más que nunca, una pregunta que lanzo al aire, su respuesta se suspende en los laberintos oscuros del ser, de la realidad y el deseo, del inconsciente que se niega a aceptar el reto de unas cordenadas fijas... eterno viaje a la torre de marfil. Eternos seres insatisfechos contra natura.

1 comment:

Anonymous said...

La felicidad es tan simple como comerte un helado de chocolate viendo la tv, recibir un sms y que no sea de movistar, entrar a una tienda y encontrar la camiseta que buscabas a un precio irresistible, escoger un tema al azar y descubrir que lo dominas, pensar en una provincia y ponerle la cara de una amigo, ver a un niño recién nacido, que alguien te abrace en vez de besarte, darte una ducha y estrenar champú, meter la mano en una chaqueta y encontrar 2 euros,hacer el amor y dormir la siesta, compartir un desayuno con tu madre, pelearte por las chucherías con tu hermano, ir al cine y llorar, que el sol te broncee la piel, que alguien te diga que eres la mejor, que repongan humor amarillo... ¿Sigo?