Saturday, May 20, 2006

Salado mar enamorado


El caramelo de la mañana se llama playa. No busco grandes placeres, ni grandes metas, ni si quiera grandes retos.
La felicidad, para mí, está en lo más instantáneo: en el detalle.
Hundir los dedos en la arena, mojarte y secarte al sol, notar el agua fría en el cuerpo, la sal en los ojos, en la nariz, en el viento, el sol intenso en las mejillas.
Mirar al lado, verte, sonreir, me sonries.
Estas guapo esta mañana.
Hueles a sal y viento, a mar, a mar y amar. Dulces placeres, exclusivamente humanos.

3 comments:

Anonymous said...

mmmmmm, dulcísimos placeres las pequeñas cosas de la sal, me quedo con el horizonte de un atardecer cualquiera en buena compañía. besitos!

Anonymous said...

Cualquier insignificancia descrita por tus dulces palabras reluce cual paraíso soñado. TQ,sister.

Anonymous said...

Te adoro Flor de Loto... ¿me has leido el pensamiento o ya me conoces tan bien que adivinas lo que ocurre en mis descansos?

En este pasado fin de semana de sol y playa; de miradas y "huntamientos" de cremas solares; de ruidos de motores y olor a rueda quemada y asfalto, la sonrisa se encajó en mi rostro.

Me bastaba verle disfrutar como a un niño. Le miraba y pensaba : "Creo que en la vida no necesita nada más para ser feliz"

Y lo más importante, yo era la persona que compartía con él esos momentos.